Una sola
fe, Domingo 14º del tiempo Ordinario
Zacarías 9,9-10; Salmo 144;
Romanos 8,9.11-13; Mateo 11,25-30
6 de julio de 2014
Una sola
fe, un solo bautismo un solo espíritu. Los cristianos unimos
nuestra fe en la persona de Jesucristo y comprendemos y meditamos la historia
de la salvación escrita en la Biblia, en ella vemos como Dios se “revela”, es
decir se da a conocer a la humanidad a lo largo de la historia, en diversas circunstancias
de la vida. Las teofanías o manifestaciones
de Dios nos dan garantía de la verdad de nuestra fe.
| P. Chava, SVD |
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| P. Chava, SVD |
| P. Chava, SVD |
Zacarías, profetiza la entrada triunfal del nuevo rey de Jerusalén, destruirá y aplacara a los enemigos de Sión, traerá la paz a las naciones y su reino no tendrá límites. En el nuevo testamento este pasaje se le relacionará de manera explícita a la entra de Jesús a Jerusalén en lo que conocemos y celebramos como el domingo de Ramos en Semana Santa. Por eso aclamamos a Jesús como nuestro Señor con el Salmo 144 R/. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.
Jesús,
bendice y reconoce la sabiduría de Dios, por no revelar su mensaje
a los sabios y entendidos sino a los humildes y senillos de corazón, incluso
los invita a descansar en el Señor, con el trabajo y la vida diaria, a seguirle con confianza que Jesús aliviara las penas y los cansancios
del género humano.

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