Belén parroquia Virgen del Alba, P. Chava, SVD Misionero del Verbo Divino |
Homilía primer domingo
de adviento ciclo A
1 de diciembre de 2013
Todo inicio es resultado de un esfuerzo, como dicen algunos filósofos,
la vida se resume en causa y efecto; en un antes y en un después como muchos
sabemos en términos filosóficos: “en
acto” (el presente, lo que es actualmente) y “en potencia” (lo que en el futuro será y el futuro puede ser cercano
o lejano; para que realmente sea “potencia” tiene que llevar implícitamente una
transformación de lo que era o lo que será). Por ejemplo, una semilla de
naranja, en acto, es eso una semilla,
pero en potencia es un árbol, y más
en el futuro esa misma semilla dará más
naranjas si todo sale bien.
Las lecturas de este domingo nos hablan de la transformación de la realidad, de un pasado a un futuro, de
un acto a una potencia. El pueblo de
Israel exalta la liturgia porque en Sión, concretamente en el templo de Jerusalén,
vendrán gente de muchas partes a adorar a Dios y sólo a Él servirán, además
reinara la paz y no la guerra. Son palabras de paz y de esperanza para un
pueblo que vive o está en guerra (Isaías 2, 1‑5). San Pablo escribe
a los romanos en un tono de estar alertas, que
despierten los cristianos del sueño-oscuridad (del pecado) pues ya el Señor
Jesús pronto vendrá y es necesario recibirlo con una vida sin vicios y sin
depravaciones, para esto les pide ser
personas que acojan la luz de Cristo y se revistan de Él, es decir, de su
mensaje de salvación, del Evangelio (Romanos 13, 11‑14a). En el
evangelio es Cristo que nos invita a estar despiertos por que pronto vendrá el
Hijo del Hombre, es decir, el cristiano
no puede esperar la venida del Señor de forma pasiva, sin hacer nada, pues
sólo los que estén preparados se salvaran y los que no lo estén se perderán
como lo que pasó en tiempos de Noé y el diluvio (Mateo 24,37-44).
¡¡¡Ven Señor Jesús a salvarnos, ven pronto Señor!!! Sálvanos
de nuestros egoísmos, de nuestras enfermedades, de nuestras indiferencias por
nuestro prójimo que pasa por muchas necesidades, sálvanos de nuestros vicios y
cura nuestras almas que están llenas de resentimiento, de maldad, de cosas que
nos pierden y nos alejan de ti. Danos un corazón libre y dispuesto amar, a
perdonar, a consolar y sanar nuestras heridas, llévanos ante ti Señor y has que
nuestra vidas vivan ya el Reino de tu Padre aquí en la tierra.
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino
Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,
(Diócesis de Getafe), Madrid, España.
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