P. Chava, SVD |
2º Adviento ciclo C
Isaías 40,1-5.9-11; Salmo
84; 2 Pedro 3,8-14; Marcos 1,1-8
Domingo, 7 de diciembre de
2014
Isaías, invita a la
conversión del pueblo porque Dios es compasivo y misericordioso. El Señor
acepta el arrepentimiento del pecador. Pero para eso el Pueblo de Dios tiene
que entender que debe cambiar su manera de vivir, simbolizado, en allanar el
camino e igualar las diferencias de altura de los montes y los llanos, como
enderezar sus caminos e igualar lo escabroso que hay en ellos. Al final Dios
quiere que todos se salven, pero tienen que mostrar signos de arrepentimiento y
de cambio en sus vidas. Por eso el Pueblo canta el Salmo 84 Muéstranos,
Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
P. Chava, SVD |
Pedro, la misericordia del Señor es eterna, para él un día son mil años, rico en paciencia. El cristiano tiene que entender que Dios quiere que el pecador se convierta y cambie de conducta, por eso la misericordia de Dios es infinita como el tiempo en el que vive. Nos anuncia la parusía del Señor, su nueva vuelta como un acontecimiento en que renovará la faz de la tierra por eso habrá cielo nuevo y tierra nueva, como muestra de una nueva creación. Más vale que el creyente se prepare para estar limpios de corazón y lleno de buenas obras para poder recibir con gusto a nuestro creador.
Juan el bautista, dice que
él bautiza pero habrá uno que bautiza con Espíritu Santo, pero reconoce que el
Mesías, el que ha de venir es más que él. Juan bautiza el pecador arrepentido,
que desea cambiar de conducta y de vida. Con todo esto vemos que se cumple lo
profetizado en el A.T. en Isaías, que la voz que grita en el desierto es el
signo visible de que pronto vendrá nuestro Salvador, nuestro Cristo.
En este tiempo de adviento
es necesario recapacitar sobre nuestras vidas, que es necesario hacer un
balance de nuestro andar por el mundo, es hacer un alto para pensar si mi vida
tiene sentido, si mi vida genera amor, paz, justicia, felicidad, no sólo a mí,
sino a mi prójimo, a mi comunidad, a la humanidad. Por eso arrepentidos venimos
a ti Señor, para que nos purifiques de nuestros pecados, queremos cambiar de
vida, mejorar lo que haya de mejorar.
P. Chava, SVD |
P.
Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del
Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),
Madrid, España.
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