P. Chava, SVD |
Lecturas del Domingo 1º de Adviento - Ciclo B
Isaías 63,16b-17.19b; 64,2b-7;
Salmo 79; 1 Corintios 1,3-9; Marcos 13,33-37
Domingo, 30 de noviembre de 2014
Velad, es el imperativo del
Señor, para prepararnos para su venida, quien se prepara en la vida, sabrá aprovechar
el momento para ser feliz, para amar, para crear y construir el Reino de Dios
en medio del mundo. Pues está despierto y sabe qué hacer en su contexto histórico
que le toco vivir.
Isaías, relaciona el exilio
del Pueblo de Israel en Babilonia como castigo de su maldad como pueblo pues se
alejo del camino del Señor, y dejo a un lado su fe, dejándose arrastrar por su
propia maldad, pero a pesar de eso Isaías, comprende que el mismo Dios es como un
Padre o como un alfarero que moldeará los corazones de los israelitas para que
se conviertan de corazón y vuelvan a ver el Rostro de Dios en sus vidas. La
bendición para el pueblo de Israel es contemplar el rosto de Dios por eso el
salmo 79 es una imploración de bendición: “Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve”.
P. Chava, SVD |
Pablo, reconoce la
fidelidad de los griegos en Corinto, ellos han permanecidos fieles a Dios y a
Cristo, pero su fidelidad no es sólo por su esfuerzo personal de cada cristiano
sino es un regalo de Dios, es decir: “una gracia”. Dios ha bendecido a este
pueblo, por eso Pablo reconoce que el cristiano que es fiel al Señor como los
corintios: “Dios lo fortalecerá y lo llenará de bendiciones abundantes”, pues
ha sabido permanecer firme ante las adversidades y ha sabido dar razón de su
fe.
Jesús, dice que permanezcamos
en vigilancia pues no sabremos cuando vendrá de nuevo el Señor, es decir él mismo,
es una forma de alegoría para mantener la esperanza y las expectativas de los
cristianos, es decir: de mantenernos alertas, que no bajemos la guardia, que no
nos durmamos con nuestros logros, que no nos conformemos en ser solo buenos
sino que estemos siempre preparados para recibirlo, para atenderlo, para estar
con él, como lo vemos en otras partes del evangelio de Mateo (25,31-46),
“lo que habéis hecho a uno de estos pequeños me lo habéis hecho a mí”.
P. Chava, SVD |
Dios, es la bendición pura,
pues que mejor bendición que estar con Él, sabernos que contamos con su apoyo y
su protección, “pues si Dios está de nuestro lado”, nada ni nadie nos derribara,
pues la fe hacia el Señor nos hará levantarnos de nuestras caídas; sanará
nuestras heridas; nos invitará a gozar de su amor en medio de la humanidad,
pues la esencia de Dios es el amor, por eso tenemos que velar para estar
atentos a actuar en su nombre.
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia
Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe), Madrid, España.
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