Eclesiástico 3,17-18.20.28-29; Sal 67; Hebreos
12,18-19.22-24ª; Lucas 14,1.7-14
1 de septiembre de 2019
P. Chava, SVD |
El amor de Dios es
incondicional la persona que descubra este amor, será la persona más amada y
más feliz de este mundo. Porque el amor autentico es descubierto cuanto miramos
que no hay intereses de fondo, que negocien un trato de intercambio para comprar
el amor, sino al contrario cuando no hay compensación y si hay amor, es
entonces que somos testigos de un acto de amor. Cómo lo hizo Jesús que murió en
la cruz por amor a la humanidad.
En la primera lectura del libro
del eclesiástico, vemos el consejo de un padre a su hijo, que en todo momento hay
que ser humildes, más cuando se alcanza la gloria, el poder y el prestigio.
Pues quien actúa con prudencia, medita sus acciones y pone atención a las
personas, esta persona será aún más amada cuando ella sea humilde y servicial
con la gente que le rodea.
P. Chava, SVD |
En la segunda lectura la
carta a los Hebreos, el autor nos habla del poder del Señor que preside, de
nuestro Juez que es Jesús, en el monte Sión en la nueva Jerusalén. Ahí seremos
testigos de su poder y de su bondad. Ante tal asombro mantengamos la calma y el
entusiasmo de encontrarnos con Dios.
En el evangelio de Lucas
encontramos las enseñanzas de Jesús que nos hablan de humildad a la hora entrar
en un banquete, pues nuestra importancia en la sociedad o para quien nos invita
dependerá de quien asista, en todo caso es mejor ser humildes, para luego ser exaltados,
y así pasar de un anonimato a un momento de reconocimiento en público. Por otro
lado, para tener un reconocimiento de Dios por nuestra bondad tendrá que ser de
forma gratuita y sin esperar nada a cambio, como lo explica, hacer fiestas y
banquetes a personas que no nos pueden devolver el favor, de manera especial de
personas pobres y lisiadas. Darles valor como personas es devolverles de la
dignidad de ser humanos, no por sus bienes físicos sino por el hecho de ser
personas.
Ama sin medida, se humilde
y servicial con toda la gente que puedas atender con generosidad, pues tu amabilidad,
demuestra que eres una persona que ama y sabe vivir, que no espera compensaciones
o recompensas, sino al contrario muestra que el ser humano por naturaleza es
bueno y sabe amar. Como hacen los niños ríen y juegan con otros niños sin
prejuicios y sin intereses, aceptan la vida como viene y saben disfrutarla.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino,
Estella, España.
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