Sofonías 3,14-18ª; Salmo Is 12,2-3.4bed.5-6; Filipenses 4,4-7; Lucas 3,10-18
9 de diciembre de 2018
P. Chava, SVD |
Alegrarse con el otro, es
alegrarse porque el otro es feliz, y esto es amor. Nacemos por amor, somos el
fruto del amor de Dios, porque fuimos pensados y hechos por el Señor, por
tanto, “Somos amados” porque somos sus hijos en medio de un mundo hecho por Él;
Desde el seno familiar nos enseñan amar y respetar a la familia, a los amigos,
y a toda la gente que vamos conociendo a lo largo de la vida. Comparto el amor
de Dios cuando amo, y hago que los demás sean felices con ese amor.
El
profeta Sofonías exalta la gran liberación para el pueblo de Israel, pues el
Señor volverá a reinar a su pueblo con fuerza y poder, Israel será liberado de
la esclavitud nuevamente. Habrá un gran jubileo espectacular. Por eso el pueblo
de Israel Gritaran jubilosos:
“Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel”.
San
Pablo insiste a los filipenses, que estén alegres, pues ya se acerca su Señor.
Dios los oye y acompaña en sus oraciones y en el día a día, que sus corazones
confirmen su confianza en el Señor.
Juan
el Bautista comienza el anuncio de la Buena Nueva, la gente cree en su mensaje
y cree que también es el Mesías, pero Juan aclara que no lo es, y añade que Él que viene bautizará con Espíritu
Santo; los que acuden a Juan reciben el mensaje del profeta para no ser
corruptos y si horados en sus actividades ordinarias.
En
un mundo tan competitivo el amor y la solidaridad poco se ve, de hecho se crea
una mala competitividad donde el rival más débil es separado del grupo;
aniquilado y olvidado por la conveniencia de los fuertes; pues ellos no
toleraran al distinto y al débil.
El
Señor nos invita a crear lazos de unión y liberación; Jesús cambia mi realidad
cuando lucho por el otro; cuando pongo lo mejor de mi parte para superar las
barreras raciales, socioculturales, de religión e idioma; cuando soy
capaz de amar al otro y la otra, porque son parte de mí; porque son también
hijos de Dios, es decir, son mis hermanos y hermanas en Cristo y en el
Espíritu.
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario
de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.
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