P. Chava, SVD |
Hechos de los apóstoles 1,1-11; Salmo 46,2-3.6-7.8-9; Efesios 1,17-23; Lucas 24,46-53
Domingo, 8 de mayo de 2016
Jesús vuelve a la casa de su Padre que es Dios; desde
los inicios de la humanidad descubrimos que somos seres finitos, que algún día
tendremos que morir, tendremos que regresar a la casa Paterna, es decir, volver
a Dios que es nuestro Padre.
En Hechos de los Apóstoles, san Lucas explica a Teófilo sobre el origen de la
comunidad cristiana, y como Jesús después de resucitar asciende al cielo en
presencia de sus discípulos; además promete que mandará al Espíritu Santo para
que dejen de tener miedo y comiencen la evangelización. Por eso el pueblo cantará con fe: Salmo 46
“Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas”.
P. Chava, SVD |
San Pablo a la carta de los Efesios, resalta la
recompensa que Dios le concedió a Jesús por ser obediente hasta el extremo de
dar su vida para salvar a la humanidad: Lo resucito de entre los muertos; le
dio poder en el cielo como en la tierra; su nombre será conocido y transcenderá
por los siglos de los siglos, de generación en generación.
En el evangelio de Juan, los discípulos se despiden de
su maestro dando gloria a Dios por ser testigos de esta verdad: conocer a Jesús
es conocer al hijo de Dios y ahora tendrán que ir al mundo impulsados fe la en
Jesús para proclamar la salvación del ser humano, a partir de la construcción del
Reino de Dios. Porque ya Dios los tenía planeado desde hacía siglos, plan de
salvación de la humanidad, de su autodestrucción, y tanto Jesús como el ser
humano tendrán que implementarlo con nuestras vidas, para salvar al hombre del
mismo hombre.
Dios nos llama para ser sus testigos con nuestras
vidas para: amar, perdonar, servir, compartir, en fin Dios nos usa como
instrumentos de salvación, pero antes tenemos que comprender cuál es su
voluntad; por eso Señor salvamos con tu amor, ayúdanos hacer de este mundo el
Reino que deseas: un Reino de paz, amor y justicia, por tanto el Reino de Dios
es nuestra tarea y estar con Dios es nuestra meta; como el cumplir la voluntad de
Dios así como lo hizo Jesús, que dio su vida para salvarnos: para que se termine el odio, el egoísmo y tantos
males que el mismo hombre provoca.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino,
Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis
de Getafe), Madrid, España.
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