18º del Tiempo Ordinario, Ciclo B
Éxodo 16,2-4.12-15; Salmo 77; Efesios 4,17.20-24; Juan
6,24-35
4 de agosto de 2024
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P. Chava, SVD |
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra
que viene de Dios. En las lecturas de hoy el alimento es el drama y trama del
mensaje de Dios. Porque solamente el Señor nos da la vida, sólo Él es capaz de
mantener nos con vida a lo largo del tiempo presente y el de la eternidad.
En la primera lectura en el Éxodo: Dios escucha, los
gritos de desesperación, del pueblo de Israel por sentir hambre en el desierto.
Era el preludio de su eminente muerte por falta de comida. Moisés actúa como
intermediario, entre Dios y el pueblo, recibe las quejas del pueblo y las hace
saber a Dios. El Señor responde con dos milagros: les da de comer la carne de
las codornices y les da el maná, es decir, el pan caído del cielo. Calmando así
el miedo a morir de hambre.
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P. Chava, SVD |
En la segunda lectura de la carta de san Pablo a los
Efesios, pide que los nuevos cristianos renuncien a su pasado lleno de maldad;
que dejen atrás su maldad; que se desnuden de esa maldad, de “ese viejo yo
revestido de placer”, para revestirse de su nueva naturaleza que Dios les da,
para que el cristiano actúe de forma recta y en la verdad de Señor, dejando
atrás toda mancha de pecado que lo haga alejarse de Dios y de su comunidad.
En el evangelio según san Juan. La gente buscó a
Jesús, hasta encontrarlo. Cristo da un discurso eucarístico, dice que no
busquen el alimento que perece y que siempre les dará hambre después de
comerlo; que busquen mejor el pan bajado del cielo. Para nosotros los cristianos,
el pan bajado del cielo es el mismo Jesús, quien coma de él jamás tendrá hambre,
quien beba su sangre nunca tendrá sed. Este pan lo encontramos actualmente en
las Iglesias, en las celebraciones eucarísticas, y en el sagrario. Jesús se
convirtió en el alimento que nos da vida eterna. A nosotros como cristianos nos
toca reconocer que Jesús está vivo en la eucaristía, además creemos que es el
enviado por Dios, para darnos vida eterna. “En esto consiste hacer las obras de
Dios, aquí y ahora”.
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P. Chava, SVD |
Jesús danos siempre de este pan, que da la vida
eterna, llénanos de tu amor, sácianos con tus dones, atiende a nuestras
suplicas y ayúdanos en nuestras necesidades. Pero sobre todo danos tu verdad y
haznos entender que no hay mayor alimento o bien en este mundo que hacer tu
voluntad. Qué al comulgar tu cuerpo en la eucaristía adquiramos la
vida eterna como nos lo has prometido, y con esa fe nos alimentamos de tu
cuerpo, Jesús.
P.
Chava, SVD. Es Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra
Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España.
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