Santísima Trinidad, Ciclo C
Proverbios 8, 22-31; Salmo 8; Romanos 5, 1-5; Juan 16,
12-15
12 de junio de 2022
P. Chava, SVD |
En la carta de san
Pablo a los Romanos, nos afirma que obtenemos la salvación por la fe que
tenemos en Jesús; esta fe nos llena de gracia y nos justifica, es decir, nos
salva de nuestros pecados. En los momentos más difíciles de nuestras vidas,
solemos decir que son momentos de “prueba”, donde mostraremos que somos
constantes en la fe en Jesús, con paciencia y virtud probada, con la esperanza puesta
en Dios, saldremos delante de nuestras pruebas. Todo por el amor de Dios que
nos tiene y que el Espíritu Santo nos refuerza ese amor a Dios y a nuestro prójimo,
en nuestros corazones.
En el evangelio
de san Juan, Jesús prepara a sus discípulos para su partida a la casa del Padre
y deja como promesa la venida del Espíritu Santo; el Paráclito vendrá como
mensajero de Dios Padre para comunicarnos a todos la historia de salvación y
así los cristianos comprenderemos los planes de Dios (la economía de la salvación).
Dios es amor, y
en su infinito amor se desarrolla la creación y la evolución de toda su obra
creadora. Pero este plan de salvación llega a su plenitud en la encarnación de
Jesús, que nos vino a revelar quién es Dios y qué quiere de nosotros; también
fuimos conscientes de que Dios está en tres distintas Personas: Padre, Hijo y
Espíritu Santo, por eso los cristianos nos sentimos bendecidos y acompañados
por Dios al invocar a la Santísima Trinidad en la formula trinitaria: en el nombre
del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino,
Vicario de la Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés, Madrid,
España.
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