CHAVA SOL:

viernes, 22 de abril de 2022

2º Domingo de Resurrección, Ciclo C, hombre de fe

 2º Domingo de Resurrección, Ciclo C

Hechos de los apóstoles 5,12-16; Sal 117; Apocalipsis 1,9-11a.12-13.17-19; Juan 20,19-31

24 de abril de 2022

 

 

P. Chava, SVD

Jesús resucitó y con Él todos los que están unidos a él, por medio de la fe y los sacramentos que el señor nos dejó. Ver para creer, en una sociedad marcada por lo sensible, donde la información y nuestro mundo es percibida por los cinco sentidos, me pregunto ¿necesitamos ver a Dios para creerle? Este es el argumento de la razón. Donde sólo lo comprobable es creíble y aceptado. ¿Pero qué pasa, con la gente que no vio a Jesús resucitado en persona? ¿Pueden dudar de su fe? O incluso llegara a dudar de la existencia de Jesús.

P. Chava, SVD

 

En el libro de los Hechos de los Apóstoles, vemos como Pedro y los demás discípulos hacían muchos milagros de curación y expulsión de demonios, en nombre de Jesús, a ellos acudían muchas personas para que sean curadas de sus enfermedades o liberadas de los demonios, que llegaban a poseerlas.  Por eso el que cree en Dios confía en Él en todo momento.

 

En el libro de Apocalipsis, Juan describe sus circunstancias: está en el destierro en la isla de Patmos, ahí en un domingo entró en éxtasis y vio a Jesús resucitado, y Él le pidió que escribirá las palabras y acontecimientos que vio en este éxtasis espiritual, por eso los creyentes vemos el libro de Apocalipsis, como el libro de la revelación.

P. Chava, SVD

 

En el Evangelio de san Juan, uno de los discípulos de Jesús duda sobre la resurrección de su maestro: es Tomas quien dijo que no va a creer en este hecho de la resurrección de Cristo, hasta que no toque las llagas de la crucifixión en el cuerpo de Jesús. Para gloria de Dios se muestra Jesús resucitado en medio de sus discípulos y le muestra a Tomas sus yagas, “no hay duda es Jesús quien ha resucitado de entre los muertos”, y Tomás comprendió que era verdad ante esto Jesús añade: “dichosos son los que creen sin haber visto”.  


En un mundo donde la fe y la religión, causan repudio para muchas personas; por eso los creyentes pueden ser abatidos por las críticas de los estudiosos, de los ateos, o los pertenecientes a  otra religión; sin embargo con las lecturas que hoy nos presenta la Iglesia ,nos ayudan a descubrir, que tener fe en Jesús, significa creer mismo sin ver; mismo sin evidencia; pues la confianza del creyente está puesta en Dios, y sabe que Dios no le va engañar, sino todo lo contrario, Dios estará con él en las buenas y en las malas. Porque el sencillo y humilde de corazón verá a Dios; porque Dios se muestra en el día a día por medio de la fe, la caridad, la justicia, la paz y el amor que se vive en la comunidad de los creyentes; porque los cristianos fieles discípulos de Jesús, saben vivir su fe en el amor a Dios y a la humanidad. 


P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés, Madrid, España.

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor
Hechos de los Apóstoles 10,34a.37-43; Salmo 117; Colosenses 3,1-4; Juan 20,1-9
17 de abril de 2022

P. Chava, SVD

Creer para ver, es el proceso para comprender el misterio de Dios en nuestras vidas. Pues, aunque la gran mayoría de los creyentes no son testigos oculares de lo que sucedió hace casi dos mil años con Jesús, sabemos que padeció, murió y resucito de entre los muertos; el kerigma se convirtió en la motivación principal de la expansión de la Iglesia por el mundo entero.
 
En Hechos de los Apóstoles, es Pedro, el porta voz de la tradición. Porque él hace memoria de los acontecimientos ocurridos del pueblo de Israel y los asocia con el mesianismo de Jesús de Nazaret.  Pues la muerte de Jesús en la cruz lejos de convertirse en una derrota se convierte en una victoria sobre el pecado; pues con su muerte nos limpió de nuestros pecados. Confesar la fe en Jesús nos da vida eterna, y nos une a una nueva nación que se llama pueblo de Dios, es decir, la instauración del Reino de Dios en nuestra realidad, pues es Dios quien gobierna al donarse así mismo. Dios tiene autoridad sobre vivos y muertos y es tal autoridad porque tiene el poder de resucitar a Jesús de entre los muertos, en consecuencia, tiene poder para dar la vida a todos los que confiamos en los designios de Dios.
 
P. Chava, SVD
San Pablo en la carta a los colosenses exhorta a los nuevos cristianos a fijar su mirada y sus aspiraciones a los bienes de la eternidad, es decir, llegar a estar con Dios allá arriba en la casa del Padre y no concentrarse demasiado en los bienes que el mundo nos ofrece; que nos intensa seducir por sus valores: "económicos, de poder o de placer". Porque en Cristo morimos y en Él resucitaremos, por eso nuestra vida tiene que tener ese deseo de estar siempre unidos a Jesús. Tanto en nuestra vida terrenal como en la vida posterior a la muerte corporal.
P. Chava, SVD
 
En el evangelio de san Juan, nos narra la resurrección de Jesús con "la ausencia del cuerpo", significando que Jesús ya no está en el sepulcro, no porque se hayan robado el cuerpo, sino para que comprendamos que tenía que ser así, Jesús al tercer día tenía que resucitar, por eso el discípulo Juan: "vio y creyó"; Pedro creyó y los demás cristianos creemos en las profecías y en su cumplimento. Suena contradictorio, pero, es así, "como funciona la fe:" no necesitamos ver para creer. Pero sí, necesitamos creer para ver: “ver que Dios actúa en nuestras vidas sin que nos demos cuenta”; “que Dios siempre ha estado ahí y aunque no lo veamos”. Es verdad, Dios obra en el ser humano, mismo sin percibirlo del todo.


P. Chava, SVD

En un mundo donde los sentidos se convierten en los jueces de la realidad, es decir, tengo que experimentar y comprobar los acontecimientos de lo contrario; lo que no veo, lo que no siento, lo que no verifico: “no existe o es cuestionado sin más”. Por eso surgen los ateos, los agnósticos y muchas otras clases de ritos que quieren suplantar la religión y la fe. Es aquí donde el cristiano cobra protagonismo, pues se convierte en el testigo vital de la fe en Dios. Pues con su propia vida dirá: quién es Jesús, cuál fue su historia y su trascendencia en la humanidad. Sin duda hoy a nivel mundial hay millones de cristianos que dan fe de la resurrección de Jesús, y como con su pasión, muerte y resurrección cambio nuestras vidas para siempre. Pues nos salvó del pecado para llevarnos a la casa del Padre, no sin antes invitarnos amar a nuestro prójimo e instaurar el reino de Dios en el mundo.
 
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés, Madrid, España.



sábado, 9 de abril de 2022

Domingo de Ramos- Ciclo C Jesús entrega su vida

 Domingo de la Pasión- Ciclo C
Isaías 50,4-17; Salmo 21; Filipenses 2,6-11; Lucas 22,14–23,56
10 de abril de 2022
 
P. Chava, SVD

Jesús me salvo. El chivo expiatorio es el ser sacrificado por el bien común, para purificar los pecados o culpas del pueblo o de un grupo de personas. Consiste en cambiar una vida por muchas, en sacrificar al inocente por el pecador. Eso fue lo que hozo Jesús por la humanidad, el dio su vida para salvarnos de nuestros pecados.
 
P. Chava, SVD
En el libro de Isaías, habla de la vocación que el profeta tiene para con su pueblo por orden de Dios: y es la de consolar y fortalecer al pueblo en tiempos de la esclavitud. En este pasaje nos narra la fortaleza espiritual y la fe, que tiene el siervo sufriente del Señor ante la opresión y humillación que recibe. Pero el siervo no se inmuta, pues es Dios quien lo fortalece en la desgracia, es Dios quien lo consuela y rescatará de en medio de tanto dolor.
 
En la carta a los Filipenses, se resalta las dos naturalezas de Jesús: la humana y la divina, pero Jesús siendo el Hijo de Dios se hizo uno como nosotros, un hombre lleno de fragilidades mostrando su condición humana; Jesús al asumir nuestra naturaleza nos une a Él, por eso con su muerte morimos y con su resurrección resucitamos, pues obedeciendo al Padre es como nos salvó, dando su vida por nosotros, nos rescató de la esclavitud del pecado, para devolvernos la dignidad de ser hijos de Dios.
P. Chava, SVD
 
En el evangelio según san Lucas, recordamos la pasión de Jesús: el jueves por la noche es detenido y acusado de alta traición, pasando por un juicio oral, fue condenado a muerte, por injurias y mentiras de sus acusadores movidos por la envidia y el odio hacia Jesús. A Jesús sólo le queda asumir la tortura y carga con la cruz, hasta su suplicio en el lugar donde morirá para remisión de nuestros pecados. Es ahí donde pueblo realmente descubren que en verdad Jesús es hijo de Dios. Todos lloran su muerte hasta la naturaleza resiente la muerte de su Señor.
 
A largo de nuestra historia nos encontraremos a muchos inocentes que mueren por culpa de sus verdugos; experimentaremos la maldad hecha carne, como sucede en las guerras. Jesús como muchos mártires, y luchadores por la paz y la justicia mueren a diariamente a manos del poder económico, político y religioso, con la excusa de mantener estatus y normas que los mantienen en su poder. Pero el inocente y el débil no debe tener miedo, pues su auxilio y defensor es Dios.
P. Chava, SVD
 
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés, Madrid, España.


domingo, 3 de abril de 2022

5º Cuaresma, Ciclo C. Mujer

 5º Cuaresma, Ciclo C
Isaías 43,16-21; Salmo 125; Filipenses 3,8-14; Juan 8,1-11
7 de abril de 2019
 
P. Chava, SVD
Quien confía, en la misericordia de Dios, se salvará. En la condición humana, siempre hay algo que cambia. Siempre estamos, en un cantante cambio de circunstancias de la vida. Como el trabajo, los estudios.  Inclusive en condiciones pésimas como la esclavitud, la enfermedad, la guerra, la pandemia, y de la carencia económica, entre muchos otros posibles problemas. Pero quien confía en el Señor, su vida, la salvará.
 
En Isaías encontramos unas palabras de aliento, para los que viven la calamidad estar exiliados en Babilonia. Les hace recordar que Dios crea vida donde no la hay vida o es escasa. Como en el desierto, que se transformará y brotará nueva vida con los ríos que el Señor hará brotar, es una analogía de la bendición que hará caer Dios sobre su pueblo escogido. Este pueblo que no vale nada ante el mundo de aquella época, que muere poco a poco en el exilio, se convertirá en un pueblo poderoso y grandioso, por recibir la bendición de Dios.

P. Chava, SVD
Pablo esta agradecido con el Señor, y se pone como modelo de discípulo
. Que es capaz dejarlo todo para seguir a Jesús. Para poder proclamar, la buena noticia, en nuevos territorios, como en Filipos. Lo que tiene Pablo, no es por mérito propio, sino apenas una persona centrada en su meta que quiere completar en su vida. Dejando atrás su pasado pecaminoso para esforzarse en correr hacia la meta que es Cristo. En un camino, “virtuoso”, hacia la santidad. 
P. Chava, SVD

En el Evangelio Jesús salva a una mujer de ser lapidad (morir a pedradas), por ser acusada de cometer adulterio. El Señor, conociendo su condición de hipócritas y pecadores, pide que quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. “Nadie lo hace”, por lo tanto, nadie la condena. Jesús termina liberando a aquella mujer de la muerte y del pecado. Jesucristo tuvo amor y misericordia con la mujer. Y la convierte, para que ya no peque más. Jesús no tolera el pecado, pero dignifica al pecador, lo libera de su pecado.
P. Chava, SVD

En las lecturas encontramos misericordia y compasión de Dios para salvar a la humanidad de su autodestrucción. Porque el Señor actúa siempre, como por ejemplo donde hay muerte, Él pone la vida. Da esperanza de futuro. Al unirnos a Dios nos fortalecemos en el Espíritu. Quién este unido a Dios tendrá vida eterna, y antes de que muera será testigo de Dios en el mundo, pues el Señor obrará maravillas en Él.
 
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés, Madrid, España.