28º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Isaías 25,6-10a; Salmo 22; Filipenses 4,12-14.19-20; Mateo 22,1-14
11 de octubre de 2020
Isaías 25,6-10a; Salmo 22; Filipenses 4,12-14.19-20; Mateo 22,1-14
11 de octubre de 2020
P. Chava, SVD |
En tiempos del Covi-19. Solo Dios basta, nada te turbe, nada te espante
solo Dios basta. Del Señor venimos y al Él volvemos, por tanto, los fieles a
Dios serán protegidos hoy y siempre por Él. Aunque todo se derrumbe, y no haya
seguridad de nada, solo Dios basta, Dios nos salva, Dios cuida y protege hoy y siempre,
confía en la providencia de Dios.
Isaías, profetiza que el monte del Señor será rehabilitado, se secarán las
lágrimas y volverá la alegría y los rezos al Señor en su Morada Santa. Será en
un entorno de fiesta y gozo total, con comida y bebida, de la más alta
categoría. El hambre y la miseria desaparecerán de la Tierra Santa, por la
ayuda de Dios. El pueblo cantará el Salmo 22 “Habitaré en la casa del Señor por
años sin término”.
Pablo, dice
“todo lo puedo en aquel que me conforta”. Tanto en la abundancia como en la
carencia Dios proveerá, Dios protegerá y santificará a todos seguidores por
medio de la riqueza en Cristo. Pues unidos a Cristo, todo es posible, Jesús nos
salva y nos hace fuerte en nuestra debilidad. No temas, confía en el Señor, todo
ira, bien.
Jesús compara el Reino de los Cielos, con el banquete de bodas del hijo del
Rey. Las cosas no salieron como el Rey pensaba, los convidados ignoraron la
invitación del banquete real, por tanto, el Rey monto en cólera y mando a traer
otros convidados de distintas partes, pero solo son dignos de estar en este
banquete los que tienen traje para la boda, es decir, quien toma en serio a
Dios o mejor dicho al Rey. Es una invitación a la evangelización y a la conversión,
más en estos tiempos que vivimos la pandemia a nivel mundial, donde no hay nada
cierto.
P. Chava, SVD |
No hay comentarios:
Publicar un comentario