14º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Zacarías 9,9-10; Salmo 144; Romanos 8,9.11-13; Mateo 11,25-30
5 de julio de 2020
Zacarías 9,9-10; Salmo 144; Romanos 8,9.11-13; Mateo 11,25-30
5 de julio de 2020
En tiempos de crisis tenemos que tener nuestra
esperanza en nuestro creador. Porque Dios nos fortalece y consuela, en nuestros
momentos de debilidad Él viene a nuestro auxilio. Con Dios de nuestro lado,
nada nos puede faltar, nada malo puede estar encima de su poder; confía en
Dios, Él te salvará.
En la primera lectura: la profecía de Zacarías es para
consolar al pueblo de Israel, de la opresión, pues vendrá el Mesías y traerá la
paz, se acabarán los instrumentos que causan muerte y miedo; él vendrá con un
signo de paz: montado en un burro. Al levantar la esperanza de vida, cantaremos
el Salmo 144: “Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey”.
En la segunda lectura san Pablo dice a los romanos: que todos tenemos el mismo Espíritu de Cristo y estamos unidos en ese mismo Espíritu a Dios, por tanto así como este Espíritu resucito a Jesús así nos resucitará a nosotros porque nos alejamos de todo aquello que nos lleva al pecado y a la muerta pues nuestras debilidades de la carme; por lo mismo en nuestra conciencia está presente el diferenciar lo bueno de lo malo para alcanzar la vida eterna con la ayuda de Dios.
P. Chava, SVD |
En la lectura del
evangelio: Jesús da gracias a Dios por escoger a los humildes y sencillos para
hacerles ver su presencia; los invita a descansar en su paz de sus
sufrimientos; pues, así como Jesús ha padecido, y por amor lo ha soportado todo
así el que se acerca a Él, será consolado y fortalecido en el Señor. Del mismo
modo los puros de corazón verán la presencia de Dios en sus vidas, y mismo en
los mementos buenos como en los malos, en los momentos de cualquier crisis.
Ten siempre
presente: Dios nos consuela,
nos ayuda, y sana nuestras heridas; con Dios a nuestro lado nada temo, Él nos
salva de la muerte, de nuestros pecados, de nuestros enemigos, de las personas
que atentan contra nuestra vida, de las personas que buscan herirnos. Reza
conmigo: Señor en ti confió mi vida, te entrego todo. Quiero que se haga tu
voluntad en mí, has de mi lo que quieras, sea lo que sea lo acepto todo y te
doy las gracias por cuanto me das, y me libras de mis males; te amo por siempre
Señor.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de
las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en
Navarra, Diócesis de Pamplona, España.
Saludos cordiales y afectuosos padre chava. Dios con ud. Un abrazo desde México
ResponderEliminarSaludos padre Chava. Dios con ud
ResponderEliminar