Ezequiel 37,12-14; Salmo 129; Romanos 8,8-11; Juan
11,3-7.17.20-27.33b-45
29 de abril de 2020
29 de abril de 2020
P. Chava, SVD |
Jesús es vida y nos da vida eterna, quien cree en Él
vivirá para siempre, quien se alimenta de Cristo permanecerá unido a la
Trinidad: "Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo". Y todos los
fieles que están unidos a Dios vivirán a su lado, en esta vida y siempre. Estamos unidos a Jesús al tener fe en Él.
Cuando comulgamos y rezamos. Cuando lo reconocemos en nuestro prójimo sobre todo
en el más necesitado.
En la primera lectura el profeta Ezequiel nos narra la grandeza de Dios al
infundir su Espíritu sobre los huesos; sobre los cuerpos inanimados; sobre los
muertos, y la tragedia va más allá; sobre los muertos enterrados fuera de
Tierra Santa. Es la promesa de resurrección y de vida eterna para el pueblo
escogido de Dios, todos de nuevo formaran el pueblo de Dios. Pues Dios es un
Dios de vivos y de muertos, con esto descubrimos que Dios supera el especio del
tiempo y llegamos a la eternidad en compañía de nuestro Dios. Salmo 129: “Del
Señor viene la misericordia, la redención copiosa”.
En la segunda lectura San Pablo escribe a los Romanos la importancia de
hacer comunión con la Iglesia al recibir todos el mismo Espíritu; añade la
calidad y la eficacia de este Espíritu pasando por la experiencia de la muerte
de Jesús a una experiencia de resurrección, es decir, quien recibe este
Espíritu que recibió Jesús sin dudad tendrá el mismo beneficio, resucitar junto
a Cristo.
En la lectura del Evangelio según san Juan encontramos testimonios
de sus discípulos al narrar cómo Jesús lloró por su amigo Lázaro y cómo
Jesús para dar gloria a Dios lo resucita, insistirá a sus discípulos y sus
hermanas de Lázaro que Jesús es la resurrección y la vida, quien creen en Él
vivirá por una eternidad.
P. Chava, SVD |
Hay que dar gloria a Dios en esta vida con nuestros actos y con nuestras
acciones, pues quien está unido a Jesús, y así permanece unido a nuestro Dios Uno
y Trino. Al estar unido a Dios obra milagros en todos nosotros; como, por
ejemplo: al darnos la vida y llegar a compartir esa vida con nuestra familia,
amigos y personas que Dios nos va poniendo en el camino. También Dios obra
milagros al darnos fecundidad, en palabras obras y acciones que generan más
vida; Jesús obra milagros en nosotros con las bendiciones que pedimos al rezar
y orar con fe, estas bendiciones las recibimos a cada instante y en cada
momento de nuestras vidas. No tengas miedo Jesús te ama a ti y a todos en el
mundo, Él nos da vida y vida en abundancia (Juan 10, 10).
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.
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