CHAVA SOL:

viernes, 28 de julio de 2017

La sabiduría solo viene de Dios, 17 º Tiempo Ordinario, Ciclo A


P. Chva, SVD
17 º Tiempo Ordinario, Ciclo A

1 Reyes 3,5.7-12;  Salmo 118; Romanos 8, 28-30; Mateo 13, 44-52

30 de Julio de 2017

 

La sabiduría solo viene de Dios, pues en su proyecto de creación y de salvación contempla al hombre como el artífice de su redención. Pues cuando el ser humano comprende y discierne entre que es lo bueno y que es lo malo, tendrá el criterio de valorar y dar prioridad a sus necesidades físicas, económicas e espirituales. Pero para Dios está claro que el mayor criterio debe ser el amor, para tomar una buena decisión. 

 

En la primera lectura Dios le habla a Salomón en sueños, y le ofrece su ayuda, lo que sea. Salomón, se siente inexperto en la vida y mucho menos capacitado para gobernar, por eso le pide que le conceda: “un corazón atento para juzgar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal”. Dios le concedió “un corazón sabio e inteligente”. Por eso glorifiquemos al Señor con el salmo 118: “¡Cuánto amo tu ley, Señor!”.

 

P. Chava, SVD
San Pablo nos habla en la carta  los Romanos con estas enseñanzas: que toda persona unida a Cristo esta predestinada desde hacía ya mucho tiempo, algunos inclusive antes de nacer. Toda persona unida a Jesucristo esta llamada a ser su reflejo Dios en la tierra, es decir, a aprender de Jesús: de su evangelio, de sus normas, de sus valores, para luego meditarlos y asumirlos como regla de vida, por eso Dios llamo a los que Él quiso, los justifico es decir, los salvo, y todo esto para gloria de Dios.

 

En el evangelio Jesús nos hablan con tres parábolas sobre el Reino de Dios, y pone de manifiesto los valores de este mundo en comparación los de Dios.  Y son los siguientes: el tesoro escondido en el campo; la perla más preciosa; la red que coge peces en el mar y concluye con una alegoría de quien recibe el Reino de Cielos es como un padre familia que saca de su tesoro lo nuevo y lo antiguo, para su familia.

 

 Señor Tú eres amor, en ti confiamos y depositamos nuestras vidas. Ayúdanos a comprender que es lo que realmente nos conviene en nuestras vidas, para que podamos caminar a Tú lado, juntos como tu pueblo; Señor enséñanos el Reino de Cielos en la tierra: danos sencillez para aceptar tu voluntad; valor para asumirla; y alegría para proclamarla con nuestras vidas.

 


P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.


 
 

P. Chava, SVD

sábado, 22 de julio de 2017

Dios se hace visible, 16º Tiempo Ordinario, Ciclo A

P. Chava, SVD
Sabiduría 12, 13.16-19; Salmo 85; Romanos 8,26-27;  Mateo 13,24-43
16º Tiempo ordinario
23 de Julio de 2017

Dios se hace visible ante el ser humano en sus obras, todo su creación es huellas de su amor, de su poder y de su donde vida.

En el libro de sabiduría insiste que no hay dios como nuestro Dios, porque su fuerza y su poder ejercen justicia en el mundo. Dios gobierna con rectitud, quien confía en Él no quedará defraudado, quien no teme a Dios será sometido a su poder tarde o temprano. Pero Dios es el Señor de la misericordia pues busca la salvación del pecador y no su muerte, por eso da muchas oportunidades para que el ser humano se convierta y cambie de vida.   Salmo 85 Tú, Señor, eres bueno y clemente.

San Pablo escribe que el creyente poco o nada sabe pedir lo que le conviene según los planes de Dios, por eso desciende sobre él y en sus momentos de debilidad y duda le hace escudriñar su corazón para tomar decisiones que transformará su vida, pero sólo el que está atento a Dios comprenderá sus planes en su vida.

En el evangelio Jesús habla en Parábolas sobre el Reino de Dios: un hombre que sembró buena semilla en el campo; un grano de mostaza que uno siembra en el campo; la levadura  que amasa una mujer con tres medidas de harina. Las tres Parábolas nos hablan del núcleo creador de Dios guardado en lo sencillo y pequeño, pero en buenas circunstancias crece en tamaño, poder y fuerza, a tal grado que todos son afectados y beneficiados. Lo mismo es Dios con el ser humano, comienza con unos cuantos discípulos y ahora son millones en el mundo los que creen en Dios, pero a un falta mucho por sembrar, para que dé fruto el Reino de Dios a nivel mundial.

Nada nos turbe, nada nos espante solo Dios basta, pues quien confía en su misericordia comprende que teniendo a Dios de su lado todo es posible, todo es creíble, sobre abunda la gracia de Dios y sus bendiciones, hay mucha prosperidad y bienestar.


P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de  Madrid, España.

 

martes, 11 de julio de 2017

Dios baja hecho palabra, 15º del Tiempo Ordinario, Ciclo A

15º del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Isaías 55,10-11; Salmo 64; Romanos 8,18-23;  Mateo 13,1-23
Domingo, 16 de julio de 2017

P. Chava, SVD
Dios baja hecho Palabra, y el Verbo se hizo Carne y habito entre nosotros. Las lecturas nos enseñan la capacidad de Dios de crear todo desde su palabra, y quien mejor que Jesús para transmitirnos la revelación de Dios. Solo Dios basta en nuestras vidas para que demos frutos en abundancia.  


P. Chava, SVD
En la primera  lectura el profeta Isaías, hace el oráculo del Señor, diciendo que toda palabra de Dios sale de su boca y no vuelve a Dios sin antes dar fruto como pasa con la lluvia, que después de empapar la tierra no se evapora sin antes fertilizar el medio ambiente, es decir, generar vida. Lo mismo es la palabra de Dios, cuando entre en contacto con las personas, fertiliza el corazón y la mente del ser humano, les hace cambiar su manera de ser, de pensar y de sentir, como crear sentimientos de amor, perdón, justicia y paz; en definitiva el Reino de Dios comienza a expandirse en el mundo. Salmo 64: La semilla cayó en tierra buena y dio fruto”.

P. Chava, SVD
En la segunda lectura san Pablo interpreta la espera de la segunda llega de Jesús como la espera y los dolores que sufre la mujer en el parto, “en el ya pero aun no”. A pesar de que hay dolor en la espera, habrá mucha alegría en la  llegada de Jesús porque nos salvará y nos dará la dignidad de ser hijos de Dios.

En el evangelio de Mateo, el mensaje es muy claro, el sembrador sale a sembrar, pero no toda la semilla da fruto, porque mucha semilla se perdió, por causa de la mala tierra y las circunstancias del lugar. Desgraciadamente el mensaje de Dios llega a la gente pero no todas las personas están atentas para escuchar el mensaje de Dios, y vivirlo, por lo mismo no da fruto, pero la gente sencilla y humilde de corazón ven a Dios y ellos dan fruto con acciones que dan amor, perdón, justicia, paz, y todo cuanto da felicidad y vida.

Dios creó el mundo con solo pronunciarlo, y lo hizo todo bien; todos los días nos sigue anunciando su buena noticia, estemos atentos para escuchar su voz, en la Biblia, en la comunidad eclesial, en la oración en la eucarística, en la caridad hacia nuestros hermanos, en nuestras vidas diarias a la hora de expresar lo que entienden el evangelio. El Reino de Dios se hace presente en cada cristiano que vive la fe y la pone en práctica, dando frutos como pueden ser de amor, paz y justicia. Por tanto, dejémonos tocar por la palabra de Dios y que ella crezca en nuestra mente y en nuestro corazón, para cumplir los planes de Dios en nuestra vida.

 
P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.