P. Chava, SVD |
Números 6,22-27; Sal 66; Gálatas 4,4-7; Lucas 2,16-21
Domingo, 1 de enero de 2017
Santa María ruega por
nosotros pecadores, Madre nuestra atiende nuestras suplicas en este valle de lagrimas.
Dios pudo entrar al mundo con la ayuda de María, ella con su sí, permitió el
gran milagro, Dios invisible se hace carne y se vuelve uno de nosotros, en la
persona de Jesús.
P. Chava, SVD |
En el libro de números
Moisés enseña a Aarón a bendecir al pueblo: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine
su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre tu rostro y te
conceda la paz”. Esta mis bendición será la que usara San Francisco de Asís
para bendecir a sus fieles. Salmo 66:
“Que Dios tenga piedad y
nos bendiga”.
En la plenitud de los
tiempos el Verbo Divino se hizo hombre, se encarno en la humanidad de Jesús. Al
encarnarse dignifico a la creatura de Dios, es decir al ser humano; Jesús nos
revelo: que participamos de la misma “dignidad de ser hijos de Dios”, cuando
tenemos fe en Jesús o en Dios. Por tanto todos somos hermanos y somos hijos, es
decir, todos tenemos que amarnos porque tenemos un solo Padre que es Dios y Él
nos invita a amar sin medida a todos nuestros hermanos y hermanas.
P. Chava, SVD |
El evangelio de Lucas narra
el nacimiento de Jesús en Belén y los testigos son los ángeles y los pastores; cuando
llego el tiempo oportuno llevaron a Jesús a circuncidar para que se cumpla la
ley en él, para que pertenezca al pueblo escogido por Dios; le pusieron el nombre de Jesús, es decir, el
que salva.
Cuando contemplamos a
nuestro Dios nacer, en Belén y en esas circunstancias extremas, descubrimos: ¡qué
grande es Dios y al mismo tiempo cuán humilde es!, porque se une a la humanidad
en una realidad de dolor y pobreza; son los pastores los testigos de este gran hallazgo
y después vendrán los Reyes Magos, y en definitiva la humidad recordará este
gran hecho, al tener en cuenta el nacimiento de Jesús como punto de partida en
sus vidas como es el calendario cristiano que comienza a contarse a partir del
nacimiento de Jesús. Gracias María Madre nuestra y Madre de nuestro salvador: “Jesús”,
por permitir el milagro de la vida en tu vientre y así hemos podido ver la gloria de Dios en nuestras vidas.
P. Chava, SVD |
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