Nehemías 8,2-4a.5-6.8-10; Salmo 18,8.9.10.15; Corintios 12,12-30; Lucas 1,1-4;4,14-21
Domingo, 24 de enero de 2016
El Espíritu de Dios está sobre mí, son las palabras
que lee Jesús en la Sinagoga y que se hacen realidad en el momento en que las
lee. La cita bíblica que leyó Jesús será su programa de acción, para instaurar
el Reino de Dios en la tierra, porque Jesús fue ungido por el Espíritu Santo;
Jesús vino anunciar el Evangelio; vino a liberar; a sanar los corazones
afligidos; vino a curar.
El sentido de nuestras vidas cobran significado cuando
priorizamos nuestros sentimientos, pensamientos y acciones enfocados en una
meta o varias metas en común; por los valores que las metas contengan.
El profeta Esdras motiva al pueblo a dar gracias a
Dios por las maravillas que ha hecho por el pueblo; Esdras con atención de su
gente meditan la palabra de Dios desde temprano y comprenden que la ley de Dios
regirá y guiara sus vidas. Por eso cantará el creyente el Salmo 18 Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
P. Chava, SVD |
San Pablo en la carta a los Corintios, nos explica la
importancia de estar unidos y no divididos, porque aunque no somos iguales en
condiciones o en talentos, por las circunstancias de la vida; él llama a la
comunidad a permanecer unida, recordándoles que están unidos por el bautismo en
un mismo Espíritu y así formamos todos el cuerpo místico de Cristo; Por tanto,
a los cristianos de aquella época como a la nuestra: nadie puede independizarse
o excluirse de la comunidad por no ser igual al otro, todos y cada uno sumamos
la comunidad cristiana, todos son importantes y teniendo algo que aporta a la
comunidad cristiana y a la humanidad.
En un mundo tan Cosmopolitan como el nuestro: con una
gran variedad de razas, lenguas, culturas, tendencias políticas, ideológicas,
de religión en fin somos tan diversos como cuanto personas somos. La tendencia
de algunos es uniformar a los demás y la de otros es potencializar al máximo la
diferencia guardando su esencia en su forma de ser y para que existen. Con todo
esto se crea una gran división que es difícil de compaginar cuando queremos
formar un proyecto en común.
San Pablo como Jesús, nos unen con un mismo fin: “formar
un cuerpo; un pueblo; una comunidad universal”, capaz de aceptar con tolerancia
al diferente; de unir fuerzas y cualidades, para que juntos trabajen en
armonía, para que juntos coexistan y que juntos vivan unidos y en paz.
En el Evangelio San Lucas, explica el porqué de su
libro y como lo realizo, poniendo de relieve que es la buena noticia, pues
Jesús es el Señor, el Mesías esperado y que hoy ha sido ungido por el Espíritu
de Dios. Es la Palabra de Dios la que
motiva y excita, a creer en su mensaje, más aun cuando se cumple su Palabra.
El Evangelio, es el mensaje de salvación que tiene en sí
mismo un sentido de ser, porque es la voz de Dios tiene que ser escuchada
en todo el mundo. En el día en que celebramos la infancia misionera este
mensaje de Dios tiene que ser transmitido, para los nuevos creyentes este
mensaje de salvación, para que crezcan con fe, esperanza y amor en Dios y su
prójimo.
P. Chava, SVD |
P. Chava,
SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba,
Alcorcón, (Diócesis de
Getafe), Madrid, España.
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