26º Tiempo Ordinario
P. Chava, SVD |
Ezequiel 18,25-28; Salmo 24; Filipenses 2,1-11; Mateo 21,28-32
Domingo, 28 de septiembre de 2014
Cambia,
la vida cambia, quien realmente quiere
mejorar tiene que dedicar tiempo para mirase así mismo y su entorno, para cambiarse
así mismo y su realidad. Como mirarse al espejo cada mañana para aceptarse tal
y como es, y si hay alguna cosa a mejorar, ¿por qué no?, ¡hay que cambiarlo!
Dios quiere la vida del pecador y no su destrucción, aquel que mejora su vida
se salvará, aquel que se aleja de sus pecados y evita repetirlos se salva así
mismo y a su comunidad.
P. Chava, SVD |
Ezequiel,
habla de cambiar los caminos
de enderezarlos, a través de la recapacitar sobre la propia conducta y
corregirla a tiempo, pues quien destruye, será destruido, quien peca perderá su
vida, pero si cambia la salvará. No olvidemos que Dios es amor y por lo mismo
no quiere la muerte del pecador sino que se convierta y vida como dice el Salmo
24 Recuerda, Señor, que tu
misericordia es eterna.
Pablo, “afirma toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre”. Porque Jesús siendo Hijo de
Dios nos pone el ejemplo de humildad y entrega, de cumplir la voluntad de Dios
por amor a Él y a la humanidad. Por eso nos exhorta, Pablo a tener los mismos
sentimientos de Jesús en un solo amor y en un mismo sentir, es decir que
hagamos comunión con Dios. Unidos en cuerpo y alma a Dios.
Jesús, entrar en el Reino de los
cielos no es para los que escuchan la palabra de Dios, sino para quienes la
escuchan, la viven y la ponen en práctica en sus vidas. Por eso las personas
que recapacitan sobre su vida, y cambian lo que tengan que cambiar, como las
prostitutas que narra el evangelio; ellas entraran primero en el Reino de los
cielos antes que las personas que ya se siente salvadas y que no hacen nada por
corregir sus vidas.
P. Chava, SVD |
En tiempos de conflictos internos, de guerras
externas, de malestares con uno mismo y con los demás, lo mejor es recapacitar
sobre nuestras vidas y ver qué es lo que no está funcionando. Todo aquello que
mata, que destruye, que hace heridas a los seres queridos y los extraños; es
como cada piedra lanza al aire, porque tarde o temprano cae y destruye, por
tanto cada pecado y mala acción es destrucción a corto a largo plazo, podemos
mejorar nuestra realidad cuando dejamos que Dios nos recuerde que está mal en
nuestras vidas; cuando descubrimos que nuestros valores cristianos nos ayudan
para enderezar nuestras vidas.
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de
la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe), Madrid, España.
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