P. Chava, SVD, en San Juanito Oaxaca |
20º Tiempo Ordinario
Isaías 56,1.6-7; Salmo 66; Romanos 11,13-15.29-32;
Mateo 15,21-28
Domingo, 17 de
agosto de 2014
P. Chava, SVD |
Dios ama con los brazos abiertos, pues su misericordia es tan grande que no quiere
que sólo se salven unos cuantos, sino que la humanidad entera llegue al conocimiento
de la verdad y salve, que la humanidad reconozca su amor y haga todo lo posible
para hacer lo mismo: que todos nos amemos unos a otros.
Isaías, repite las palabras del Señor, que todo su pueblo incluso los nuevos convertidos como los esclavos: guarden sus leyes y practiquen la justicia para que así consigan la salvación del Señor. Para que así se expanda la bendición a toda la humanidad y como dice el salmo 66: Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Isaías, repite las palabras del Señor, que todo su pueblo incluso los nuevos convertidos como los esclavos: guarden sus leyes y practiquen la justicia para que así consigan la salvación del Señor. Para que así se expanda la bendición a toda la humanidad y como dice el salmo 66: Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
P. Chava, svd |
Pablo, ve en la rebeldía de la gente incrédula la oportunidad de Dios para
derramar su gracia, pues nuestra obstinación provoca la misericordia de
Dios, es decir, como un enfermo en cuento más enfermo esté, más medicina y
cuidados se le dará, así Dios nos cuida
y nos protege de nosotros mismos.
P. Chava, SVD, en San Juanito, Oaxaca |
Jesús, se muestra duro e inclusive un tanto discriminatorio con la hija de
la extranjera, pero fue tanta su fe de la mujer, que el Señor le concede el
milagro que le imploró: expulsar el demonio que tenía su
hija. La mujer extranjera no sólo salvo a su hija, sino su fe hizo abrir la
compasión de Dios para todos los pueblos, ya no es una casta, ya no es una sola
fe, ya no es un solo pueblo, es la salvación de Dios para todos sus hijos e
hijas, es decir: para la humanidad entera. Porque Dios con su misericordia hará
todo lo posible para que se salve la humanidad de sí misma y alcance la vida
eterna.
San Juanito, Oaxaca |
Ser excluyente es generar violencia y odio entre la gente, ser incluyente es generar paz y amor entre los seres humanos, por eso Dios, no quiere que se pierda uno solo por el mal camino, sino que todos lleguen a salvarse, pero para esto hace falta que nosotros los creyentes, los de fe en el Señor hagamos recordar el amor de Dios y de los hombres en la humanidad, para que nos tratemos como personas y no cosas u objetos desechables.
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de
la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe), Madrid, España.
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