Hechos de los apóstoles 2,14a.36-41; Salmo 22; 1 Pedro 2,20-25; Juan 10,1-10
P. Chava, SVD Misionero Verbo Divino |
11 de mayo de 2014
La vida es un don, es decir, es un regalo de Dios, defenderla, cuidarla, protegerla es una misión, pues hasta Jesús, nos muestra con su vida, como Él da su propia vida para darnos más vida. Las lecturas nos hablan del buen pastor que da la vida por sus ovejas.
La vida es un don, es decir, es un regalo de Dios, defenderla, cuidarla, protegerla es una misión, pues hasta Jesús, nos muestra con su vida, como Él da su propia vida para darnos más vida. Las lecturas nos hablan del buen pastor que da la vida por sus ovejas.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD misioneros |
Pedro, hace la profesión de fe ante
los apósteles en el día de pentecostés, les dice que se bauticen para que se les
perdonen sus pecados y reciban así al Espíritu Santo. Pedro nos dice que Jesús
cargó con nuestros pecados y murió con ellos en la cruz, para así darnos nueva
vida; como el pastor cuida de sus ovejas
así Jesús cuida de nuestras vidas.
Jesús dice que es la puerta del aprisco
quien entra por ella, tendrá vida eterna, por tanto Jesús no vino a condenar
sino a darnos vida en abundancia. Quien no entra por la puerta es un ladrón,
que quiere llevarse a las ovejas para matarlas, por eso al estar con Jesús nos
sentimos protegidos pues él nos cuidará y dará vida eterna.
Recemos juntos, Señor Jesús,
queremos darte gracias por el don de la vida, gracias por darnos más vida con protección,
nos sentimos seguros y purificados a tu lado, Señor has de nosotros tus
testigos en este mundo, que demos vida, con tus palabras de vida eterna, que
calmemos los dolores y las angustias con nuestra caridad y solidaridad con
nuestro prójimo, que seamos reflejo de tu amor por la humanidad.
P. Chava, SVD en Meteora, Grecia |
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo
Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de
Getafe), Madrid, España.
P. Chava, SVD Misionero del Verbo Divino |
Significativa saudade membros da Igreja, nos abraços amigos de Jesus, entre a minha memória com grande agrado, e grato, por estarem presentes, como grandes seguidores do testemunho de Jesus, na minha recordação ao Domingo e em momentos de oração.
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