Isaías 63,16b-17.19b;64,2b-7; Salmo 79; 1 Corintios 1,3-9; Marcos 13,33-37
3 de diciembre de 2017
P. Chava, SVD |
Estar en
vela, confiad en el Señor, en su eminente llegada. Estamos iniciando el tiempo
de adviento y con él, nuestro inicio del ciclo B. Dios espera que el pueblo sea
fiel a la alianza, fiel a Dios, una forma de hacerlo es vivir con la espera y
con el entusiasmo de recibir pronto a Dios en sus vidas.
P. Chava, SVD |
En la
primera lectura Isaías revive la memoria de Israel, pues el pueblo es obra de
las manos de Dios, es su heredad, su pertenecía. Desafortunadamente por su
conducta inmoral y rompedora de la alianza de Dios, ellos cayeron en pecados
como la idolatría y otros. Después de
vivir en el exilio en Babilonia, el profeta Isaías invoca la presencia del
Señor Dios de nuevo con su pueblo, para que sea quien lo proteja y lo reanime,
pues el pueblo ha perdido la fe y la esperanza en el Señor después de su larga
estancia en el exilio. Por eso el creyente nunca debe perder la fe y cantará el
Salmo 79 “Oh Dios, restáuranos, que
brille tu rostro y nos salve”.
San Pablo empieza dando gracias a Dios por que ha
bendecido a los cristianos de la primera generación con su gracia, porque ellos
comienzan a dar testimonio con sus vidas, dando gloria a Dios en obra y
palabra, por eso les insiste a los cristianos que permanezcan unidos a Dios
pues el Señor es fiel.
P. Chava, SVD |
Dios confía en los cristianos, y en todas las
personas que tienen fe, en que estén en vela, que no nos durmamos en nuestros
letargos, en aquellas cosas que nos hacen alienar y enajenar
con cosas del mundo. Muchas veces perdemos la vida, en vivir con intensidad o
en intento de sobrevivir en la vida, más aun cuando vivimos en circunstancias
que generan muerte, por consiguiente muchas veces no valoramos ni apreciamos la
presencia de Dios en nuestras vidas, y por tanto ni lo buscamos ni lo
esperamos. Por eso Jesús insistirá: “Dios es fiel”, y espera que nosotros le
seamos fiel a Él, tanto en las buenas como en las malas circunstancia de
nuestras vidas.
P. Chava, SVD |
Esperar a Jesús